Con Jesús a Egipto ¡En Marcha!
Queridos amigos: Hoy celebramos la Jornada de la Infancia
Misionera que este año tiene como lema: “Con Jesús a Egipto”. Este lema invita,
de un modo especial, a los niños y niñas a quienes está dirigida esta Jornada,
a que se imaginen ver a Jesús Niño refugiado en Egipto, viviendo en carne
propia el sufrimiento y la injusticia que, tantas veces, afligen a los más
débiles para que, sepan que unidos a Jesús Niño, podemos participar en su amor
por todas las personas y pueblos que sufren injusticias.
Todos hemos oído
muchas veces que cada cristiano debe ser un misionero en el ambiente en el que
vive y, por ello, hoy queremos mostrar a los niños y niñas cómo se puede ser
“pequeños misioneros” en sus ambientes. Este año con la mirada puesta,
especialmente, en los movimientos migratorios. Por eso, ya desde hace tiempo,
en muchas parroquias de la diócesis, se vive esta Jornada con mucha intensidad;
sobre todo, en la catequesis y en los grupos infantiles; también, en las clases
de religión en los colegios. Una Jornada que, por otra parte, se prepara con
mucha anticipación porque, desde el Advie
La
valentía para ser misionero es lo mismo que decir la valentía para ser
cristiano y vivir, como tal, en una sociedad que se mueve y vive en otros
valores.
Frente a los valores del mundo, nosotros presentamos los valores del
Evangelio: generosidad, amor, acogida, comprensión y tener un corazón abierto a
Dios y a los hermanos. Frente a este reto, nuestra reflexión en esta Jornada se
centra en descubrir que no estamos solos en la misión encomendada, pues Jesús
nos acompaña y en Él debemos apoyarnos siempre. Debemos crear, por lo tanto, en
todos los cristianos, desde los más pequeños de nuestra comunidad hasta los más
mayores, recursos para el crecimiento en la fe para que ésta se manifieste en
un estilo de vida misionera.
Un gesto sencillo, pero necesario, es colaborar
económicamente en esta Jornada de la Infancia Misionera. Los niños lo harán con
la generosidad de sus pequeños ahorros que pueden ir depositando en las Huchas
Misioneras, construidas y decoradas por ellos mismos. Nosotros, los más
mayores, debemos, hoy, seguir su ejemplo de generosidad en favor de los niños y
niñas empobrecidos en países de misión.
Con todo afecto, os saludo y bendigo.