D. José Cuerda Garví nació en El Robledo hace
noventa años y en su pueblo natal fue enterrado el
pasado 19 de abril. Este gran
y santo sacerdote pasó los últimos años de su vida en la Residencia de la Caridad de Villarrobledo donde murió a causa
del Alzheimer que padecía.
Cuando ya muy enfermo lo visitaba y apenas me conocía,
le recordaba al Padre Nieto y
enseguida reaccionaba como
despertando de un sueño y
sonreía. Este padre jesuita que
fue su director espiritual en la
Universidad de Comillas, marcó profundamente su vida y por
el cual tenía una devoción especial. El proceso de beatificación
de este hombre está en marcha
y es posible que pronto lo veamos en los altares.
D. José fue un verdadero discípulo del Padre Nieto. Ha dejado una huella imborrable en los
pueblos por los que ha pasado:
Ayna, Villarrobledo, Almansa,
Alcaraz. Un sacerdote joven,
Ricardo, que pasó tiempos con
él, me contaba cosas que me
estremecían, donde se reflejaba la madera de santo de este
hombre. Desde su habitación,
me decía, había un hueco que
llevaba hasta el Sagrario y me
recordaba las interminables
horas que este hombre pasaba en oración. Me hablaba
de su sentido de fraternidad sacerdotal; pasar
por un pueblo con él