domingo, 18 de noviembre de 2018

Hablando con... D. Ángel Fernández Collado, 6º Obispo de Albacete


D. Ángel Fernández Collado es el sexto Obispo de Albacete. Toledano y con gran amor a la Iglesia, ha tomado posesión de la Diócesis de Albacete como Obispo y pastor. Viene acompañado de su madre que vivirá con él. Hoja Dominical ha querido conocerle algo más y recoger sus primeras palabras como Obispo de Albacete.

HOJA DOMINICAL. El papa Francisco le ha nombrado nuevo Obispo de Albacete. ¿Qué sensaciones tiene?
D. ÁNGEL FERNÁNDEZ. Junto a la gran responsabilidad que sobreviene sobre mi persona, consciente de mis muchas limitaciones humanas, experimento una gran alegría interior que inunda mi corazón al darme cuenta, una vez más, del amor especial con que Dios y la Virgen María enriquecen mi vida para más y mejor servicio a la Iglesia. Me siento hijo de Dios, un hijo “mimado” y llamado a entregarme a su voluntad y a ser un cauce limpio y sencillo por el que su amor misericordioso llegue a las vidas de muchas personas. Por ello, he aceptado, con prontitud, con gozo en el corazón y cierto temor humano, la vocación o llamada divina, mediante la designación del papa Francisco, para cuidar pastoralmente la querida Diócesis de Albacete.
H.D. ¿Cuáles son los retos de esta nueva etapa?
A.F. Los retos de esta nueva etapa de mi vida sacerdotal son incorporarme al proyecto evangelizador de la Misión Diocesana y potenciar aspectos esenciales y necesarios en nuestra diócesis: pastoral de familia y vida, sacerdotes, diáconos, y seminaristas, vida consagrada y religiosa, niños y jóvenes, ancianos y enfermos, caridad y promoción humana..., anunciar a Jesucristo y su Evangelio a toda persona, en cualquier circunstancia o ámbitos de la vida humana.
H.D. Le hemos oído repetir varias veces que "viene a Albacete a querer a la gente"
A.F. Quiero hacer realidad esta actitud, para mi esencial y querida e imitada del mismo Dios, de amar a los demás, al prójimo, a la gente de la Diócesis y a todo el que pueda alcanzar mi palabra, mis escritos o mi vida.
H.D. Algunas preocupaciones suyas son la juventud, el Seminario, los curas...
A.F. Para un Obispo, pastor de un rebaño, todas las personas, parroquias, movimientos, sectores pastorales, instituciones, cofradías y hermandades..., son objeto de su preocupación y tarea episcopal. Cada una en su momento y con su importancia pero, algunas, ciertamente, son prioritarias como las que señala la pregunta.
H.D. Junto a usted vemos a su madre.
A.F. Tengo muy presente la obligación que nos señala el cuarto mandamiento: amor y respeto a los padres. A mi padre lo perdimos muy pronto, siendo yo muy joven; a mi madre, Dios la mantiene físicamente a mi lado, como un entrañable y maravilloso regalo. Por supuesto que viene conmigo a Albacete, lo mismo que mi amigo y excelente sacerdote, José Miguel, como secretario particular. Que el Señor los conserve a mi lado durante mucho tiempo, si es su voluntad.
H.D. Días antes de su nombramiento, estuvo con el Papa al finalizar un encuentro de Obispos que cumplían cinco años de Ministerio Episcopal y de unos Ejercicios Espirituales. ¿Algún consejo del Santo Padre?
A.F. Fueron muchos los consejos del papa Francisco recibidos al escuchar sus palabras y percibir su entrega, amor y servicio a la Iglesia: la oración, larga en horas, contemplativa y profunda, juntamente con la predicación, son tareas prioritarias y esenciales del Obispo, después vendrán otras muchas: la cercanía y el cuidado de los sacerdotes “vuestros prójimos más próximos”; el amor profundo a la Madre Iglesia aunque en ella encontremos pecado, sufrimiento, cruz; el anuncio explícito de Jesucristo vivo, resucitado y redentor, así como su Evangelio; el cuidado “samaritano” a los más necesitados, corporal y espiritualmente; la llamada a todos a la santidad...; y muchas sensaciones de sintonía afectiva en la tarea a realizarla, y cómo realizarla ayudados por el Espíritu Santo.

Cuestiones más breves
• Un libro: "Dios o nada" (Card. Robert Sarah).
• Una película: "La Misión"; "Campeones" (J. Fesser).
• Una canción: "No adoréis a nadie más que a Él"; "Nada te turbe".
• Una comida: Sopa, filete, huevo frito y fruta.
• Un postre: Mazapán "delicias"; miguelitos; helado.
• Una ciudad: Toledo.
• Una obra de arte: "El Expolio" (El Greco).
• Período de la historia que le apasiona: Iglesia apostólica, moderna y contemporánea.
• Una preocupación: Sacerdotes, vida consagrada y religiosa, familias, jóvenes, pobres.
• Un sueño: Un Seminario Menor y Mayor en la Diócesis.
• Playa o montaña: Las dos, moderadamente.
• Aficiones: Bricolaje.