...repuebla la faz de la tierra
...era Adviento y sentíamos la urgencia de
que se rasgaran los cielos y lloviera el Salvador.
Mirábamos a nuestra sociedad vacía y nos salía el
grito:
VEN, VEN, SALVADOR.
una bendita mujer, y lo tocamos en Belén.
Cercano,
humano. “Acampó entre nosotros”.
“Pasó haciendo el
bien”, como “Camino, Verdad y Vida”.
Tomó nuestra condición frágil, experimentó nuestra
sensibilidad como “Despreciado y desestimado”.
“Subió al
leño” de la Cruz y fue el Pódium de su victoria,
al Resucitar
de entre los muertos.
Sintió despegarse de los suyos, a los que tanto amó:
“Os conviene que yo me vaya”.
“No os dejaré huérfano”. El Padre
os ama.
Al que nos ame y acoja la Palabra
“Vendremos a él y
haremos moradas en él”.
ME VOY Y VENGO: PENTECOSTÉS.
...
“Y dejas, Pastor Santo, tú rey en este valle hondo, en soledad y llanto”
...
ME VOY Y VENGO: PENTECOSTÉS.
VEN. VEN HOY, aquí y ahora:
VEN: es el fruto de tu paso, de tu PASCUA.
VEN: es el logro de la sangre de tu Cruz.
VEN: como VIENTO recio, que arrase los cardos rebordecidos.
VEN: como BRISA de consuelo y consenso de unidad.
VEN: como AIRE de Paz y oxígeno de convivencia.
VEN: como fruto de MISERICORDIA: amor, alegría, paz, paciencia,
amabilidad, bondad, mansedumbre, templanza...
en el AÑO DE LA
MISERICORDIA.
REPUEBLA nuestra tierra, arrasada por incendios de
materialismo y división.
REPUEBLA de plantel evangélico, nuevo,
fresco que
reverdezca de ESPERANZA las familias y los pueblos.
¡VEN, ESPÍRITU ...REPUEBLA LA FAZ
DE LA TIERRA!