domingo, 17 de abril de 2016

Los jóvenes de Castilla La Mancha viven la alegría de la fe

Los jóvenes cristianos de Castilla la Mancha celebraron este fin de semana su encuentro regional en Guadalajara con el lema “Bienaventura2”. Más de un millar de jóvenes llenaron las calles de la capital de la Alcarria meditando la Misericordia y preparando la Jornada Mundial de la Juventud, JMJ de Cracovia.
El encuentro regional tenía unos claros objetivos: conocer y convivir como hermanos de una misma región, reflexionar y potenciar los valores que tienen a su edad y fomentar la amistad con juegos, danzas, cantos, reflexiones, celebraciones…
El encuentro comenzó el sábado con la acogida y presentación del Encuentro. Por la tarde, los jóvenes realizaron acciones sociales de voluntariado en veintitrés centros asistenciales, mientras que los adolescentes tuvieron una ghymkana testimonial por varios parques de la ciudad. El día finalizaba con una oración en distintas parroquias  y un concierto en el parque de la Concordia donde los jóvenes y todo Guadalajara pudieron disfrutar de la alegría de la fe.
Sana diversión para los mil doscientos jóvenes que a lo largo de este fin de semana han vivido una experiencia única de encuentro regional. Nuestros representantes de la diócesis de Albacete han sido jóvenes de Villalgordo del Júcar, de la parroquia Corazón de Jesús de Hellín, La Gineta, Ossa de Montiel, Caudete y de las parroquias de la capital El Pilar, Buen Pastor, San Pablo, Franciscanos y San José.
Los jóvenes han llegado ilusionados y valoran como positiva esta experiencia de encuentro y compartir. Los testimonios de la mañana del sábado en la mesa redonda han sido gratamente comentados y han calado en el corazón de los jóvenes. Estos testimonios eran de tres religiosos que están trabajando en albergues de transeúntes, comedores sociales y en la cárcel. Las experiencias de la tarde han marcado muchos corazones.
El domingo por la previsión de lluvia, la Eucaristía fue trasladad de un parque a la iglesia de San Juan de Ávila. La misma estuvo presidida por el arzobispo de Toledo, acompañado por el obispo de Sigüenza-Guadalajara, D. Atilano Rodríguez.